MONTEJO DE ARÉVALO.

Fotografía histórica. Instantes y retratos.

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Por fin el pasado año cumplí uno de mis sueños, que se concretó en realidad el día 7 de agosto, cuando entregué el primer ejemplar de este libro a mi amigo Alfonso López Bermejo. Para los que no hayan tenido la oportunidad de adquirirlo, os dejo el enlace al Prólogo de Ignacio Tremiño Gómez el cual considero un entrañable resumen del libro.

Quiero agradecer a todos los que tras verlo me mandasteis mensajes tan emotivos, de asombro y de cariño. Gracias de corazón, cada uno de ellos era especial y me reafirmaba que todas mis dudas y esfuerzo habían merecido la pena. Es más, me habéis animado a desarrollar este Blog que espero siga la misma suerte y con él dar voz y visibilidad a nuestro entorno y al entorno rural en general.

No quiero olvidar a mis amigos de México, en especial a Vicky, hija del montejano Liborio García. Vicky, tu video mereció el tiempo, el esfuerzo, la inversión económica…., que puedo decirte, Muchas Gracias!

Sí, el libro ha trascendido fronteras… y hemos conseguido que llegue en perfecto estado a muchos puntos de España y también del extranjero: Barcelona, Málaga, Pamplona, Tarrasa, Valladolid, Madrid, Segovia, Guadalajara, Bilbao, Sevilla, Cáceres, Zaragoza, México, Alemania, Francia y Argentina, entre otros lugares.

Para quienes tengáis interés en adquirir algún ejemplar pero sentís que Montejo os queda lejos por distancia, tiempo, restricciones o confinamiento, contad conmigo para enviároslo, encantado.

Lo ideal es que os pongáis en contacto conmigo mediante el correo electrónico: info@marialademontejo.com

En Montejo y para su entorno, también cuento con la inestimable colaboración de Raquel Serrano y Fernando Hernández que siguen ahí, ayudándome en la entrega de libros. Muchas gracias Raquel y Fernando!

El libro sigue caminando, ayer ocho de febrero de 2022 fue algo mágico mirar y escuchar a D. Vicente del Bosque decirme lo que le hubiera gustado el libro a un entrañable amigo que hacía quince días falleció. Su amigo descendía de Arévalo. El mismo Sr. del Bosque me contó como sus antepasados vivieron por Madrigal, Cantalapiedra. Que grande.