Mucho antes de que los tractores tuvieran una aceptación en la agricultura nacional, el motor de gasolina estacionario ya estaba presente en muy variadas tareas de diferentes actividades: trituración de alimentos, bombeo de agua, aserraderos de madera, etc. En el campo este motor también se convirtió en un elemento valioso, una herramienta que ahorraba mucho trabajo y relativamente económica.

LA HISPANO ARGENTINA

Fabricada en Ocaña (Toledo) en el año 1957.

Motor estacionario John Deere modelo E de 1,5 hp de 600 r.p.m. Nº de serie 251332 Manufactured by John Deere Tractor Company, Waterloo, Iowa, EE.UU.

Factura de compra de aventadora ensacadora 1957

En los primeros días del mes de diciembre del año 2020, de casualidad vi un anuncio en un portal de segunda mano que me llamó la atención por diferentes motivos. Contacté con el vendedor y me di el capricho de comprar la máquina que se ve en la foto superior. Así de fácil, pero la complejidad y el follón en el que me metía no había sido evaluado. Fue un impulso, pero compensó sobradamente con las sorpresas que yo había pasado por alto y que incorporaba la compra, así como los nuevos amigos y momentos vividos.

La máquina estaba en Trijueque, un pueblo de Guadalajara en la misma A2. Población conocida como el balcón de la Alcarria por las espectaculares vistas que tiene, e históricamente destacar que La Beltraneja estuvo retenida o custodiada en esta población.

El caso es que la máquina llevaba muchos años guarda en un cocedero (lagar) bajo techo, no recordaban cuántos años. La mella del tiempo en el cobertizo que la protegía conllevó la decisión de tirarlo y dejarlo sólo con las paredes. Nadie de la familia tenía interés en conservar la máquina y la pusieron en venta.

Estábamos confinados, no podía salir de la Comunidad de Madrid y poco se podía hacer. A primeros de enero pude verla en persona, llevé un plástico para protegerla mientras tuviera que estar allí. De poco sirvió el plástico, esa noche había nevado algo y el airón que hacía no permitió cubrirla, según se ponía el plástico el aire lo desgarraba. Por lo menos me hice una idea del estado real, muy bueno, de su volumen y a su vez me permitió pensar en los siguientes pasos.

Fotografía lateral.

Esta máquina como su nombre ya lo dice, realiza dos funciones. Para ello cuenta con dos equipos diferenciados de generación de aire, uno grande que ensaca impurezas grandes de la trilla como es la paja, y el otro que trabaja la etapa de cribado fino, eliminando los elementos mas pequeños dejando el grano del cereal.

En el ya desaparecido cocedero, este lateral muestra en la parte delantera el tuvo de escape y eje externo supletorio del motor. Rueda/volante de ventilador grande que mediante una correa de cuero es accionada por eje del motor mencionado. Seguidamente, en vertical, estructura de hierro y madera donde se aloja un mecanismo de cajilones de latón que sube la primera limpia para depositarla en las cribas más finas. En la parte superior, la tolva por la que se introduce la trilla del cereal tal cual. A continuación, como a un metro de suelo, esta una pequeña estructura por donde sale limpio el grano. Dicha estructura está diseñada para sujetar la boca de los costales y así ir llenándolos.

Desplazar la máquina se consigue mediante un eje trasero con ruedas y una rueda delantera más grande ubicada en el centro del cajón que aloja el motor. Un sistema a modo de triciclo, que como opción da más inconvenientes que facilidades para moverla. La rueda delantera muestra un gran ingenio en su acceso para quitarla y lubricarla. Para trabajar la máquina requiere estar apoyada directamente en el suelo, las ruedas deben quitarse.

Fotografía parte trasera

En ella se observa la tapa del cajón donde se guardan las cribas cuando no se usan o las de repuesto. Por encima de la tapa cajón se observa la estructura móvil en la que se ponen las cribas para la limpia.

Fotografía cajón delantero

Cajonera adosada en la parte inferior delantera cuya misión es alojar el motor, útiles del motor, cinta trasportadora de la parva trillada. Es un lugar cerrado, medianamente ventilado, con puertas realizadas en celosía metálica. Se ve parte del motor, uno de los volantes, depósito de agua de refrigeración del propio motor. El la parte inferior el eje supletorio del motor que mueve cinta de cuero que va al volante.

Sobre el motor:

El motor fue recuperado el sábado día 6 de marzo. Junto con mi amigo Jorge Sánchez, que le da igual vendimiar, desmontar motores, cablear y recablear….. nos fuimos a Trijueque a por el motor. El objetivo era aligerar peso de la máquina para poder sacarla del lugar donde había quedado encarcelada. Algo compleja la extracción del motor, hubo que desmontar un lateral del cajón delantero cuyos listones de chapa clavados con puntas pequeñas se rompían por lo metidas que estaban. Dedicamos más tiempo del estimado. Admiramos el trabajo de carpinteros y herreros. Finalmente entre Raúl, hijo del dueño, su primo Javi que andaba ese día por allí, Jorge y yo animado, pudimos sacarlo y cargarlo a la furgoneta.

Vista superior.

También quedó tiempo para tomar unas cervezas en la plaza, que al estar el bar cerrado, pudimos adquirirlas en la tienda próxima al ayuntamiento y beberlas muy tranquilos a modo botellón. Recuerdo que era el cumpleaños de la mujer de la tienda. Compramos unos libros que una chicas del pueblo vendían para realizar acciones solidarias y dimos un paseo por el pueblo con Raúl.

El 21 de junio con otro amigo, Emilio Sanz, nos acercamos a Trijueque a intentar aligerar más peso y acercar la máquina lo más posible a la puerta. Se necesitaba que estuviera lo más próxima a la calle para que la pluma del camión la pudiera agarrar sin tener que forzar la estructura de la aventadora.

«Que pequeño es el mundo», resultó que Raúl, el dueño de la máquina y la hermana de mi amigo Emilio se conocían, es más, eran muy amigos.

Otra anécdota de ese día, fue, que estando desmontando las cribas, engranajes, por lo alto de la tapia apareció un vecino de 78 años, Santiago, el cual empezó a contar historias. Relató como sacaban la aventadora del cocedero, que una sola mula lo hacía, claro que no estaba la calle de cemento, ahora había dos escalones para salir a la calle y el portón no tenía una viga horizontal que limitaba la altura. Todo ello impedía sacarla por sus propias ruedas. También recordaba que se usó poco, un par de años. Al poco, Santiago estaba en el cocedero con una barra de hierro larga que sirvió para mover la máquina, aunque su empeño era ir a por el tractor para tirar con él. Raúl le insistió que no hacía falta y que lo mismo su tractor no entraba por la calle, era un tractor grande y la calle muy estrecha.

Descubrimos que a la máquina no la faltaba el eje delantero, que inicialmente Raúl y su sobrino me contaron que no lo tenía y desconocían su paradero. Sólo tenía una rueda delantera, un ruedón de hierro, precioso con un sistema de acceso y de desmontaje muy sencillo y bonito.

Por fin, el 12 de agosto con todo organizado, mi hermano y yo fuimos desde Montejo a Trijueque. Paramos cerca de Mejorada del Campo donde enganchamos a la furgoneta una plataforma de doble eje homologada para 2.500 kg. Raúl nos esperaba a la 16:00 horas con un camión pluma de dos hermanos del pueblo, Juan Carlos y el otro nombre no recuerdo. Cuando llegamos acababan de sacarla del cocedero y según me dijeron el margen por altura fue mínimo, casi rozando el caballete del tejadillo que resguarda el portón de entrada. Se le olvido realizar un video.

En cuanto al motor, con número de serie 251332, he podido encontrar bastante información. Este motor y modelo, concretamente es del año 1926 según número de serie. Entre los números de serie 251331 y 267515 pertenecen a ese año según documentos de los archivos que John Deere conserva. Sin embargo, coleccionistas de estos motores aseguran que el año fiscal de la marca no comenzaba con el año y que el año real de fabricación del motor corresponde con las dos primeras letras del número de serie, en este caso sería el año 25, 1925.

En 21 años de producción se fabricaron más de 70.000 motores de 1-1⁄2 hp en todas las variaciones. Toda la producción se realizo en EE.UU.

Con más de 130.000 unidades producidas durante un período de producción de 24 años, la serie «E» de John Deere se encontraba entre los motores de gasolina más exclusivos y reconocibles del mundo. El 12 de mayo de 1945, se produjo la última unidad de 1-1⁄2 hp.

Desde un primer momento el motor mostraba estar en buen estado, completo, sucio, pero incluso con poco óxido. Eso a simple vista, cuando lo desmonté se confirmó que también internamente estaba bastante bien.

Aunque tengo que poner fotografías interesantes de esta primera etapa de análisis y posible puesta en marcha. La magneto ok, ofrece unos 5 voltios, chispómetro ok, depósitos ok, válvulas, alguna duda con la de escape, pistón y camisa ok, rodamientos ok, otras partes móviles ok.